Carta del Rey Harold
Al llegar tan lejos, no nos dimos media vuelta, continuamos sin saber qué encontraríamos tras aquella puerta. Si nuestras caras mostraban el desconcierto, imagínate las de aquellas personas que por primera vez veían a un vikingo. ¡Por Odín!
Aún puedo ver esos ojos como platos y esas sonrisas de oreja a oreja. Personas no más altas que un arbusto nos miraban sorprendidas mientras nos adentrábamos en aquel lugar que resultó ser una clase de Educación Infantil. Felicidad e inocencia predominaban allí, pero entre todo lo que pudimos encontrar hubo algo que nos llamó la atención. ¡Un gran dibujo de un barco vikingo! ¿Que hacía eso allí? ¿Acaso Loki estaba jugando con nosotros o era el destino quien quería que estuviésemos allí?
No puedo llegar a saber qué ha pasado. Lo que sí hemos descubierto es que esas pequeñas personas quieren conocer más acerca de nuestra historia. Es por ello, que les hemos propuesto un trato que aceptaron sin dudarlo...Si tras un mes son capaces de descubrir cómo vivimos, cuál es nuestra cultura y muchas más cosas, volveremos a visitarles para celebrar una gran fiesta vikinga
Aún es pronto, pero en esos pequeños ojos he podido ver el futuro de nuestro mundo.
Rey Harald